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viernes, 27 de diciembre de 2013

Despedimos el año en ENTC

Con el tema de este mes que no podía ser otro que....Apareció por Navidad.
Aprovecho para desearos a todos los que paséis por aquí unas Felices Fiestas y prósperas letras y realidades para 2014.
Gracias por pasar por aquí aunque últimamente yo...lo hago muy poco.


El boomerang

Apareció por Navidad. El año en que cumplí diez. El mismo en el que había alcanzado la madurez suficiente para saber por qué llevaba solo el apellido de mi madre. Un día llamó al timbre y me dijo, "Hola Andrés" mientras me sacudía el pelo. Yo me quedé callado y cuándo mamá se acercó a él y se abrazaron con fuerza comprendí quién era. Y que si deseas algo mucho, sucede.
En los días siguientes descubrí que tener padre era lo más. Venía  cargado de historias de viajes y de su mochila extraía todo tipo de objetos fascinantes: un boomerang, un látigo o una máscara de faraón...No me cansaba de escucharle.
Cada detalle de las siguientes dos semanas está clavado en mi memoria: la sopa de tapioca de Nochebuena, el vestido que estrenó mamá en Navidad, a Michael Jackson vestido de zombi en fin de año y la cabalgata de reyes.
Pero sobre todo recuerdo la sonrisa de mamá y lo feliz que parecía.
Cuando desperté el día seis, mamá tenía los ojos rojos. Ya no sonreía.
 Desayunamos en silencio. Solos. Bajo el árbol encontré el boomerang.
Me asomé al balcón y lo tiré con rabia.
Inexplicablemente, tampoco volvió.



miércoles, 11 de diciembre de 2013

CRÓNICA DE UNA CRÓNICA ANUNCIADA

El día que gané las finales mensual y semanal de Relatos en Cadena, una de las mayores satisfacciones fue ver recogido mi relato en esa Crónica que Laura Garrido hace semana a semana en su blog "De mis palabras y las vuestras"
Yo le prometí que el día que ella ganara la crónica la haría yo.
Lo prometido es deuda despeluchada. Aquí está mi pequeño homenaje a la cronista oficial de REC:



Semana 9: Su conciencia no podría soportarlo
Relatos recibidos: 532


Laura Garrido Barrera
Confesiones pendientes
Su conciencia no podría soportarlo, me repito, no podría soportarlo. Subo las escaleras hasta llegar al ático derecha y llamo a la puerta. Eugenia me abre. La miro con el mismo deseo de todos los días que la veo. Me pregunta si ya lo he hecho. Niego con la cabeza. Ella asiente en silencio con resignación. Le pregunto si puedo pasar. Ahora niega ella. Por favor, le imploro. No, no hasta que yo sea capaz de hacerlo. Bajo al bar de nuevo. Observó la partida de mus. El marido de Eugenia ha vuelto a ganar la partida. Quizás mañana.

Finalistas semana 9
Mayte Fernández Perez
¡Premio!
Su conciencia no podría soportarlo, eso él lo sabía. ¿Dónde tenía ese par de calzoncillos limpios? Cerró la maleta mientras el teléfono volvía a sonar. ¿Cepillo de dientes? Ya se compraría uno. Era la decisión más difícil que había tomado en toda su toda su vida pero a veces uno tenía que ser un poquito egoísta. En su lugar ellos habrían hecho lo mismo. ¿La cámara de fotos tenía suficiente batería? Se metió el pasaporte en el abrigo y comprobó que aquello era real, que sí, que el décimo de lotería premiado seguía allí, en su bolsillo.

Jovino Fernández Escudero
La ventanilla número 24
Su conciencia no podría soportarlo, abandonó la ventanilla 24 y se dirigió a la 28. El funcionario, con el habano colgando de sus labios, bizqueaba hacia su escote. Le entregó el formulario nº 12 junto con un carcomido lapicero del 2 y una desgastada goma de MILÁN. Lo rellenó y volvió a la ventanilla, ahora colapsada por una mugrienta plebe. Decidió regresar a la 24, habitada por la telaraña llena de restos de insectos y cucarachas escondidas en las grietas del mostrador. La ausencia del funcionario permitía ver la pila de herrumbrosas latas en conserva. Finalmente decidió comerse el racionamiento de su bebé.

Por su puesto, enhorabuena tambien a los finalistas, grandes entre los 532 que los intentamos.
Y para la semana que viene, una estupenda frase que ya me hace runrun en la boca del estómago: "Quizás mañana"